TRAS LA PISTA DE NAPOLEÓN BONAPARTE

¿Cruzar la frontera y sentirse inmediatamente en otro mundo? Esto es posible si se propone recorrer en bicicleta los más de 100 kilómetros de la "Fietsallee langs de Noordervaart", que discurre en parte por los Países Bajos y en parte por Alemania. Se mire como se mire, muchas cosas son un poco diferentes en ambos países. Si es para bien o para mal, es algo que cada uno puede decidir por sí mismo una vez en casa.

Un poco de historia

Nos remontamos a la época de Napoleón Bonaparte, que planeó construir una conexión entre el Escalda, el Mosa y el Rin. El conjunto formaría el Gran Canal del Norte. Napoleón estableció el trazado en 1806: el Rin quedará conectado desde Grimlinghaus, cerca de Neuss, hasta el Mosa, cerca de Venlo. Al otro lado del Mosa, el canal discurrirá por Nederweert, Weert, Neerpelt y Lier hasta el Escalda, en Amberes. De este modo, Napoleón esperaba obtener la independencia económica y política de los Países Bajos (del Norte), que entonces no formaban parte de su imperio. Las primeras actividades de construcción comenzaron en la primavera de 1807, pero el canal nunca llegaría a completarse. Una vez completados unos 30 kilómetros, incluidas las esclusas, las obras se interrumpieron. En parte por falta de dinero, pero sobre todo porque en 1811 todos los Países Bajos pasaron a formar parte del Imperio francés. La principal razón para construir el canal desapareció entonces. En 1853, el tramo holandés hasta Helenavaart se excavó hasta la profundidad de un barco, por un lado para el drenaje del agua del Peel y por otro para el transporte de turba desde Deurne y Helenaveen.

El Noordervaart ahora

El proyecto de una ruta ciclista a lo largo del Noordervaart (Gran Canal del Norte) le dará un nuevo impulso. Los municipios que lo recorran permitirán a los ciclistas seguir el canal tal y como lo concibió Napoleón. A lo largo del recorrido, paneles informativos ofrecen información sobre la zona que se atraviesa y, por supuesto, sobre el propio canal. Cada lugar que se visita tiene su propia historia sobre el recorrido del canal. La señalización se realiza con la necesaria “gründlichkeit”. En Alemania, toda la longitud de la ruta está marcada con una línea azul en la carretera o en forma de bermas azules. Además, la ruta está completamente marcada con el logotipo del carril bici. En los Países Bajos, las señales azules en las farolas o en los postes de las bermas a lo largo de la carretera indican el curso de la ruta y se sigue principalmente la red de carriles bici. Conducir en sentido contrario es prácticamente imposible. Los postes de señalización rojos/blancos indican el tramo no terminado de la Noordervaart. Es justo lo que uno quiere: ir de A a B lo más rápido posible o conocer un poco mejor una región a partir de un trozo de historia. Hay para todos los gustos”, dice un viejo refrán.

Beringe

Uno de los puntos más atractivos de la ruta es el pueblo de Beringe, al oeste de Nederweert, donde termina el canal. En este punto, es imprescindible apearse un momento para asimilarlo todo. En la cabecera del canal hay un monumento conmemorativo especial. Fíjese en el pedestal con la gran N de Napoleón y, al otro lado, su famosa puntada que siempre llevaba como guerrero y que le hizo reconocible para todo el mundo. Decenas de veces hemos pasado por aquí con nuestro club de cicloturismo y nunca nadie se ha fijado en el monumento. Sin embargo, los cicloturistas parecen ir siempre directos a su meta. Sabiendo lo anterior, muchas cosas quedan claras. Basta con rodear la rotonda a pie o en bicicleta. En el lado oeste el canal excavado y en el lado este una pequeña masa de agua que una vez debió ser un canal. De hecho, toda la historia junta en una cáscara de nuez. Lo que llama la atención es la foto al pie del monumento. Eche un vistazo a la foto. Tómese su tiempo. Hay mucho que ver a lo largo de la ruta. Empréndala y vuelva a casa con una experiencia más enriquecedora.

Text and Photo: Teus Korporaal

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